La estrategia de Europa 2020 señala que el incremento de la edad laboral y la falta de empleo, especialmente en trabajadores de mayor edad, son dos de las debilidades estructurales más importantes en Europa. La Comisión Europea propuso como objetivo una tasa de 75% de empleados en 2020, lo que requiere una mayor participación de trabajadores de más edad, así como que los Estados Miembros (EM) promuevan nuevas políticas para el envejecimiento activo. Esta estrategia se incrementó con las Conclusiones de Consejo sobre Envejecimiento Activo, en las que los EM eran llamados a “motivar a las compañías a introducir estrategias de gestión de la edad; incrementar las tasas de empleo de trabajadores mayores mediante mejores condiciones laborales, invirtiendo en aprendizaje; promover el acceso de personas mayores a la educación y TIC; desarrollar principios comunes para el envejecimiento activo”.
A pesar de los esfuerzos, los trabajadores de más edad aún se enfrentan a retos que obstaculizan la retención de los empleados o, por el contrario, estimulan la jubilación anticipada, como pueden ser: